viernes, 18 de enero de 2008

Cualquiera habría perdido el "Control".

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El domingo vi “Control”, el “biopic” (del inglés Biografic, Picture, biografía) que relata la vida de Ian Curtis, el atormentado vocalista de Joy Division. La cinta fue realizada por Anton Corbijn, el holandés que comenzó su trabajo como fotógrafo precisamente con bandas como la liderada por Curtis allá en la época de gloria de la industrial Manchester. Corbinj inmortalizó la figura desgarbada y ausente del joven que comenzó escribiendo y acabó frente a un micrófono aullando dolorosas y oscuras melodías. La escueta pero contundente obra de Joy División forma parte fundamental de la historia musical y es fuente inagotable de inspiración para bandas como Interpol, el australiano Nick Cave, Nouvelle Vague y el chileno-sueco José González, entren muchos otros.


Corbijn realizó la producción basado en la biografía escrita por la viuda Deborah Curtis “Touching From a Distance: Ian Curtis and Joy Division”, lo que provoca que la cinta esté centrada en la caótica vida sentimental y no en la compositiva, aun cuando queda de manifiesto que van de la mano sentí que no bastó y quedé con sed.
Curtis era
un tipo lleno de culpas, criado en una familia conservadora, casado a tempranísima edad con la que fuera su primera novia, su imagen aparece como la de un ser que contaba sólo con un delgado hilo que parecía atar su frágil mente al mundo terreno, lo que se agudizó declarada la epilepsia (una enfermedad que acabó por hacer insoportable su inestable permanencia, la que dependía de fuertes fármacos que nada controlaban) todo se suma a la aparición de la periodista belga Annik Honoré, quien se convirtió en su confidente y amante, un coctail que lo sumió en una escalera con dirección al infierno.

Sin duda, una de las maravillas de esta película es lo que Corbjin mejor maneja, la fotografía en blanco y negro, cada uno de sus cuadros fueron delicadamente elegidos por el agudo ojo del holandés, convirtiéndola en un verdadero disfrute para la vista. Otra, las canciones elegidas son excepcionales y a pesar del dolor que siempre provoca ver caer a un genio, en más de una ocasión moví más que las manos y los pies.

Nota:
El elegido para interpretar a Ian Curtis ha sido el debutante Sam Riley, cantante del grupo 10.000 Things , desbancando a candidatos como el mismísimo Jude Law. Me llamó la atención lo bien que cantaba y claro es vocalista!




3 comentarios:

Sureña dijo...

Mmmm tengo una duda... el texto que hay debajo de la foto está puesto en símbolos a propósito o ha sido un error? O quizá soy yo la única que lo ve así..? jejeje

Besos chica!!

morris dijo...

yo sabia que estudiar chino mandarin me serviria algun dia, lo que no cache eso de que mas de una vez movi más que los manos y los pies? la colita??? buee es que saber idiomas no lo capacita a uno pa comprender lo que se quiere decir :))
vamos a tener que verla
saludos, mauro

Claudia Trejos dijo...

Sureña, jajaja, loq ue ocurrió es que por la chupalla! Blogger ha andado con algunos problemas o es el PC que uso. aun no lo sé bien, pero creo que ya lo solucioné!.

Morris, lo mismo digo, me reí con tu comentario, cuando dije que moví más que las manos y los pies, me referí por supuesto a la colita, pero también a la cabeza, la espalda y tooooito el cuerpo!
Ya solucioné el chino mandarín, es que soy mu cool y quería quebrarme! jaja la wea me salió así por errores del PC o de Blogger!
Un abrazo y si veala.